Aunque este 2021 que despedimos nos dio cierto respiro frente al 2020 que le precedió, nos va a terminar dejando un recuerdo amargo por el repunte de la pandemia que estamos viviendo desde hace unas semanas. Deberemos continuar esforzándonos para superar juntos este virus que ojalá deje de ser un problema en el año que estamos a punto de comenzar.

Desde Adinfa no queríamos dejar pasar la ocasión para felicitarte estas fiestas, resumir lo que ha sido para nosotros el 2021 y desearte lo mejor en 2022. Esperamos que sea un año cargado de esa salud que tanto hemos aprendido a valorar en nuestros familiares y en nosotros mismos, y repleto de buenos momentos en convivencia con nuestros seres queridos. Momentos que todos ansiamos y deseamos recuperar más allá de la COVID, puesto que como tristemente sabemos en Adinfa para muchas familias hace tiempo que dejaron de disfrutarse.

Si bien es cierto que hace un año veíamos cómo el confinamiento nos había reforzado como familia, no lo es menos que para muchos padres y madres ciertas preocupaciones continúan creciendo. Los problemas de conducta y adicciones en los adolescentes nos han llevado desde Adinfa, a lo largo de este año, a trasladarle al Defensor del Menor de Andalucía nuestra preocupación y la necesidad de establecer una normativa que facilite el tratamiento y las ayudas para estos jóvenes y sus familiares. Algo que también quisimos compartir con la delegada territorial de la Consejería de Igualdad cuando visitó nuestra clínica. Y es que son muchos los progenitores que no saben cómo hacer frente a este problema de convivencia ni a quién acudir para intentar solucionarlo.

Para hacernos una idea, el 86 % de los adolescentes que atendimos en Adinfa entre septiembre de 2020 y marzo de 2021 mostró algún tipo de adicción a las nuevas tecnologías. Unos datos escalofriantes porque además suponen un aumento del 7,5 % respecto al anterior semestre analizado. Muchos de nuestros jóvenes están literalmente enganchados a las pantallas, y necesitan educación, comprensión y apoyo para retomar un ritmo de vida sano y normalizado.

Conscientes de esta grave situación, para paliar estas y otras adicciones y problemáticas desde Adinfa hemos puesto en marcha distintas iniciativas, como esta en forma de programa educativo para favorecer el desarrollo psicosocial de los jóvenes, o esta otra mediante talleres de teatro y creación audiovisual para potenciar su creatividad y trabajo en equipo.

Igualmente, a lo largo de este año que estamos finalizando hemos aprovechado nuestro blog para compartir consejos y recomendaciones dirigidos a padres y madres que se encuentran ante una situación difícil en la relación con sus hijos. De ahí que en su momento intentáramos transmitir cómo es la psicología del adolescente para comprenderlo mejor, pero también que dejáramos clara la importancia de establecer límites y normas en el hogar. Unas normas que deben implantarse con autoridad positiva, desde la firmeza pero siempre con el amor y el respeto que les profesamos a nuestros hijos, y que por supuesto hay que saber comunicar.

Por último, no queremos finalizar este repaso sobre todo lo que ha dado de sí en Adinfa el 2021 que despedimos sin mencionar la necesidad de visibilizar el drama de las familias que conviven con adolescentes conflictivos. Un drama que tuvimos la ocasión de explicar en el Parlamento de Andalucía durante la Comisión Parlamentaria sobre Políticas para la Protección de la Infancia, al que se enfrentan muchos más padres y madres de los que podamos imaginar, pero que suele quedar oculto en el hogar hasta que la situación es insostenible.

Además de esta comparecencia en el Parlamento andaluz, para aportar nuestro granito de arena en la visibilización de este problema pusimos en marcha  en nuestro blog un apartado de testimonios reales con el que tanto los jóvenes que han pasado por Adinfa, como sus madres y padres, trasladan abiertamente su situación, lo que les ha llevado hasta ella y cómo se encuentran una vez han recibido la ayuda adecuada. Nuestra esperanza es que estos testimonios, que respetan el anonimato de sus protagonistas pero ofrecen una historia cien por cien real, hagan ver a otros muchos progenitores o tutores que no están solos, y que existen instituciones como la nuestra que puede ayudarles a retomar una vida familiar normalizada.

Como puedes ver, el 2021 que se va no nos ha tenido ociosos. En Adinfa hemos trabajado duro para ayudar a todas las familias que se han acercado a nosotros en busca de una mejora en su relación con un adolescente conflictivo. Por eso a 2022 le pedimos salud, pero también que sea un año de feliz convivencia en el hogar. Algo que muchos jóvenes y sus madres y padres no disfrutan, pero que todos merecen.

Feliz Año Nuevo de parte de todo el equipo de Adinfa.