La adolescencia es una fase complicada en la vida de todo ser humano. Quizás los adultos no lo recordemos ya, pero esta etapa implica importantes cambios cuando se es joven. Cambios que es necesario comprender y asimilar poco a poco, puesto que nos van haciendo construir una identidad propia y diferenciada de quienes nos rodean. Los problemas en la adolescencia son comunes y no todos deben conllevar preocupación, pero sí atención y comprensión.

En Adinfa sabemos que la adolescencia preocupa mucho a madres y padres que, de repente, ven como sus hijos han sufrido lo que ellos consideran un cambio radical. En realidad, esto no es del todo así, pero es lógica esa confusión y sorpresa aunque la adolescencia lleva tiempo fraguándose. Por eso, en este artículo queremos abarcar este tema y profundizar en los problemas en la adolescencia, para que conozcas cuáles son las situaciones más comunes que suelen darse y cómo puedes actuar para conectar mejor con tu hijo o hija.

 

Qué problemas en la adolescencia son más comunes

Como decíamos antes, esta etapa de crecimiento conlleva cambios de gran envergadura en la vida de nuestros jóvenes. Convertirse en adolescente significa, en buena parte, comenzar a replantearse muchas cosas que daban por sentadas.

Al ser más conscientes del mundo que les rodea, los adolescentes muchas veces ponen en cuestión los referentes que han tenido hasta ahora, y en ocasiones los sustituyen por nuevos modelos. Se trata de algo lógico en un periodo de experimentación y reafirmación de su identidad, por mucho que preocupe (y es normal) a sus padres y madres.

Pero entonces, ¿qué problemas en la adolescencia podemos considerar, hasta cierto punto, habituales en un joven? Vamos a repasar algunos.

 

Problemas provocados por cambios de comportamiento

Lo mencionamos el primero porque, probablemente, se trata de la casuística más repetida cuando hablamos de adolescentes. Y es que esta fase conlleva en la mayoría de los casos episodios de rebeldía y exploración, que no suelen ser bien entendidos ni tolerados por su entorno. Debemos recordar que llegar a la adolescencia significa a menudo hacernos más impulsivos y arriesgados, querer probar cosas nuevas, dejar de hacer otras que venían siendo una norma… pues esto es una de las características propias en la etapa adolescente.

En este panorama, las negativas y los intentos por devolver al adolescente a su rutina anterior suelen generar conflictos familiares. Afortunadamente, en la mayoría de los casos esto no tiende a ir a más, y un esfuerzo de comprensión y una buena comunicación son suficientes para mitigar el problema. El adolescente debe verse respaldado en su búsqueda de identidad actual, pero al mismo tiempo debemos hacerle comprender que sigue siendo parte de una familia, que le apoya y respeta, pero en la que existen normas para todos sus miembros, no sólo para él.

 

Problemas con los estudios

Junto al caso anterior, los problemas escolares son a buen seguro otra importante fuente de preocupación para madres y padres, sobre todo cuando estos no habían existido nunca antes. Ciertamente, no se trata de un asunto menor, pero es importante comprender bien qué puede estar motivando esta situación.

En muchos casos los problemas con los estudios en la adolescencia vienen derivados de una falta de atención del joven, lo que notaremos rápido en casa porque estas distracciones suelen ser muy palpables: más tiempo de la cuenta frente al televisor, el móvil o los videojuegos, más salidas con los amigos, etc. En estos casos es importante trabajar por el establecimiento de normas lógicas pero firmes, que impliquen establecer hábitos de estudio sanos y productivos.

Sin embargo, también debemos tener en cuenta que con la adolescencia el joven empezará a mostrar mayor interés por unas temáticas que por otras, lo que no siempre implica que sus resultados académicos coincidan. En estos casos pueden surgir momentos de frustración, por lo que es importante que progenitores y profesores estén alineados y conozcan bien qué asignaturas le gustan más al joven, cuáles se le dan mejor y cuáles no, etc. Sólo de este modo será posible ayudarle a progresar allí donde necesita un mayor esfuerzo, y fomentar el desarrollo de los temas en los que presente aptitudes más innatas.

 

Problemas de autoestima

La gestión de la autoestima en el adolescente a menudo engloba un conjunto de situaciones problemáticas de consecuencias muy indeseadas. Desde trastornos alimenticios y emocionales, al desarrollo de ciertas fobias sociales y otros problemas psicológicos, pasando por situaciones de acoso escolar, etc.

La mejor forma de prevenir estas circunstancias es ejerciendo un papel muy activo en el proceso de comprender la psicología del adolescente que tenemos en casa. Sabemos que no es una tarea fácil, porque ser capaces de detectar problemas de autoestima en nuestro hijo o hija implica una atención a detalles que, quizás, se nos pasen por alto con el ritmo de vida acelerado que llevamos. Sin embargo, entender la psicología del adolescente es fundamental para evitar tanto los riesgos que hemos mencionado como otros muchos que le acecharán en esta fase.

 

Problemas de adicciones

A las adicciones que tradicionalmente han preocupado a madres y padres durante generaciones, la nuestra debe sumar un par más: la adicción a las nuevas tecnologías y la adicción al juego. Se trata de dos problemas que, además, en ciertos casos pueden ir de la mano porque hoy en día los casinos y las salas de apuestas funcionan online.

Según los datos que manejamos en Adinfa, la adicción a las nuevas tecnologías entre los adolescentes ha crecido un 7,5 % desde finales de 2020. Esto se refleja especialmente en la dependencia del teléfono móvil y de las redes sociales. Por eso es muy importante, como ocurre con cualquier adicción, estar atentos a los primeros síntomas y establecer ciertos límites a estos usos.

Por supuesto, la adicción al alcohol y a las drogas y otras sustancias siguen estando también tristemente presentes y suponen un problema difícil de tratar, sobre todo si no se ha detectado a tiempo o no se ha sabido actuar ante los primeros indicios.

En la inmensa mayoría de los casos, los abusos de alcohol y drogas vienen fomentados por el entorno del adolescente, por lo que es importante conocer las amistades de nuestros hijos, saber con quién se mueven en el centro educativo y fuera de él, etc.

 

Problemas en las relaciones sentimentales

Como etapa de exploración, la adolescencia suele conllevar también las primeras relaciones amorosas y el despertar de la atracción sexual. Esto abre la puerta a desengaños, situaciones conflictivas y, en algunos casos, circunstancias que tienen un impacto directo en la autoestima de nuestros jóvenes.

Es importantísimo que el adolescente se sienta comprendido y respaldado en esta fase, y que al mismo tiempo aprenda a respetar a sus semejantes en este plano. Una educación sexual sana es uno de los puntos más señalados por los especialistas, con el objetivo de evitar que la pornografía se convierta en la única fuente de referencia para el joven.

Asimismo, es importante que como progenitores estemos atentos al comportamiento de nuestro hijo en sus primeras relaciones sentimentales. La violencia de género en adolescentes se está convirtiendo en un problema muy real en nuestra sociedad, principalmente porque muchos jóvenes ni siquiera son conscientes del mismo y la consideran un “invento ideológico”, como señala sin ir más lejos el estudio ‘Percepción de la violencia de género en la adolescencia y la juventud’.

 

Cómo actuar ante los problemas en la adolescencia

Aunque existen otra serie de cuestiones que también podríamos considerar problemas de la adolescencia, los anteriores son seguramente los más comunes y los que más preocupan a la mayor parte de madres y padres que acuden a nosotros en busca de ayuda.

Desde Adinfa siempre recomendamos trabajar por educar con autoridad positiva a nuestros jóvenes, lo que implica evitar ejercer una sobreprotección que termina siendo poco sana. Esta autoridad debe saber poner límites y normas a comportamientos que no son tolerables, pero al mismo tiempo implica guiar, enseñar y acompañar al adolescente durante este proceso de cambio y crecimiento personal.

Afortunadamente, en la mayoría de los casos las dificultades que hemos comentado a lo largo de este artículo se dan de forma leve y pasajera. Sin embargo, existen circunstancias en la que la convivencia familiar se resiente debido a situaciones moderadas e incluso graves. Raramente un progenitor sabe reconocer que tiene un hijo conflictivo, lo que ocurre cuando la situación se hace insostenible en el hogar.

Estos problemas más serios suelen requerir la ayuda de profesionales especializados, como los que trabajamos en Adinfa. Si te encuentras con un caso como este, recuerda que puedes contactar con nosotros desde aquí.